"Cada vez se diluye más la vieja presunción de inocencia. Ya prácticamente no existe, en el huracán de la desconfianza, nadie es tan buena persona. O muy pocos. Mucho rumor, “dicen que dijeron”. El hombre invisible del actor Kevin Bacon, ya salió del laboratorio, se acabó su efecto y se le ve corriendo por las calles, totalmente desnudo, mostrando sus miserias y vergüenzas a todo el mundo.
No hay inocencia...El angel malvado de Hobbes está ganando con su "Bellum omnium contra omnes"; está triunfando, instalada en la psicología examinadora de la sociedad de los críticos muertos que ganan si otros quedan destruidos.
Porque nadie es inocente, todos tienen un pecado oculto, una falla, un mácula que opaca el alma y que hay que auscultar, montarla en la pica y exhibirla en la feria pública de la miseria humana.
Y, como Tomás de Torquemada, siempre hay un método para que se confiese algo, algún barrunto del lado oscuro que pueda ser el hilo conductor al callejón de la ciénaga inconfesable de las malas obras. No arrancando la carne ni las uñas, sino la psicología, alimentando la incertidumbre precisamente en un mundo tan incierto. La brutal paradoja que opera perfectamente, y es capaz de quebrar al más inquebrantable. Desde la resonancia del panal al cepo cruel, ahí estaremos …¿todos?"
Se presume culpable, y como no. Si ninguno es perfecto, y quien ha querido serlo, quien.
Lo encontré por ahí...interesante
Lo encontré por ahí...interesante