Lo pueden leer en El Dinamo en http://www.eldinamo.cl/blog/lecturas-especificas-adios-a-la-tele-viene-la-banda-ancha/
Muchos comentarios provocaron las declaraciones del CEO de Netflix, Reed Hastings, quien puso una lápida anticipada a la televisión convencional: "La TV por internet hará un completo reemplazo de la tradicional". Algunos dirán que no vale porque es parte interesada y es un competidor. Es cierto, pero detrás de sus afirmaciones, hay una constatación empírica gigantesca: vivimos un cambio que amenaza a los canales abiertos.
Este cambio tecnológico tiene como pilar la tremenda penetración de la Banda Ancha. Esto será el tsunami que inundará la televisión tradicional. Quizás los números de TVN sean un presagio, el movimiento telúrico inicial; y en pocos años más, toda una industria deberá cambiar o sino desaparecer bajo el “maremoto TIC”. Y ni siquiera los cantos de sirena de la Televisión Digital podrán salvarla de quedar bajo el agua.
¿En que se fundamenta el cambio tecnológico que amenaza “la tele”? En un libro titulado la “Convergencia de Medios” (Ceu Ediciones), los investigadores abordan si la Internet y la Televisión transitan hacia una plataforma única. Es decir, si la Televisión a futuro se verá masivamente utilizando el protocolo internet (IP), el que hoy usan la “www”, el email, Facebook, Twitter, WhatsApp y tantas otras aplicaciones. Concluyen que existirá “una experiencia nueva en la forma de ver TV” donde “las fronteras entre Internet y la nueva TV desaparecen”. Y esa experiencia será masiva.
¿Por qué? Primero, porque las proyecciones hablan miles de millones conectados a la Internet en pocos años más, y con mejor velocidad. Ya la Agenda Digital Europea prevé para el 2020 una velocidad de 100 Mbps para la mitad de sus hogares. Según el informe ERICSSON MOBILITY REPORT, para el 2019 tendremos cerca de 6,4 mil millones de accesos a banda ancha móvil en el mundo. En la actualidad la cifra son de 3,4 mil millones. Las personas usarán sus teléfonos no sólo para hablar, si no también para ver fotos y videos, y obviamente ver las series, noticiarios, fútbol o los programas que hoy transmite la televisión.
Segundo, la existencia de titanes tecnológicos como Google o Apple, con sus dispositivos e innovaciones, apuntando sus cañones, con millonarias inversiones, a la Televisión vía Internet. Google, por ejemplo, no satisfecho con los actuales ingresos por publicidad que da el buscador, se irá con todo a la TV.
Tercero, porque fabricantes como Samsung sólo venderán Televisores que tengan la funcionalidad de acceso a Internet.
Y cuarto, por la nube. Los consumidores del 2020 tendrán música, películas, programas de televisión, juegos, etc, en la nube, pagada por la publicidad y la minería de datos (como lo que hace Facebook haciendo ofertas personalizadas), o suscripción (Apple iTV o Netflix).
Armemos el puzzle: un hogar de 5 años más, va a tener banda ancha, una televisión inteligente con acceso a Internet, algún dispositivo de Google, Apple u otro para ver canales, noticias, series, redes sociales, e incluso en la nube datos, videos, música etc. La televisión abierta, -si existe-, será una fracción pequeña de la gran oferta de contenidos.
Por ahora son tendencias fuertes, pero en cinco años, muy probablemente una realidad. Por eso no es de extrañar la actitud desafiante de Hastings. En Chile, perdimos varios años, de energía y tiempo parlamentario, tramitando una burrada tecnológica llamada Televisión Digital, mientras el “maremoto TIC” iba barriendo con “la tele”. Así que, lo que hoy vive TVN, es crónica de una muerte más que anunciada.